El país de las mujeres

¿Qué mujer no soñó con un país liderado solo por mujeres?

En el Estado, en la policía, en todos los ministerios, en la administración, en las asambleas; cada puesto estatal ocupado por mujeres. Y los hombres a sus casas a cumplir las tareas del hogar: lavar, planchar, limpiar, cuidar a les niñes y regar el jardín.  

Una noche, un grupo de amigas, entre whiskys  y charlas cargadas de hartazgo por la situación del país, Faguas, fantasea con crear el PIE: Partido de la Izquierda Erótica, un partido destinado a revertir la corrupción, la violencia machista y la pobreza que hasta ahora procede a cada gobierno. No es más que una idea loca de Viviana, una periodista que trabaja en un programa de TV, pero Rebeca, Eva y Martina no se la dejan pasar. Empiezan a pensar cómo sería que las mujeres estén al mando y  quieren resignificar el lugar que desde siempre se les otorgó: en sus casas haciendo tareas domésticas. Viviana plantea usar eso a su favor, cuidar al país como una madre cuidaría a su niñe, lavarlo, plancharlo y educarlo. “A este país le falta amor”, anuncia Viviana entre risas. Así empieza esta novela atrapante de Gioconda Belli, El país de las mujeres

Contra todo pronóstico y usando la creatividad e intuición como bandera, las eróticas  llegan a la presidencia. Tienen en claro que las mujeres no pueden pensar con un hombre juzgándolas en cada decisión que tomen.  Además ya es momento de que sepan cómo es mantener una casa… Ponen como objetivo que cada mujer recupere la confianza perdida después de toda una vida subyugada bajo los hombres; que se descubran sensuales, independientes, deseosas, capaces de poner en práctica los títulos universitarios que nunca sacaron del cajón.

En un acto presidencial, Viviana está en el medio de un escenario rodeado por miles de personas. Aunque su jefa de seguridad le advirtió que era peligroso, ella insiste en estar cerca de las masas para que la gente la sienta una más. Pero en ese acto presidencial… algo sale mal. Cuando termina su discurso y los fuegos artificiales iluminan el cielo se escucha un disparo y Viviana cae hacia atrás. 

Por unos minutos, Faguas quedó aturdido, tambaleante. El país de las mujeres reivindica lo que los hombres nos sacaron durante siglos: el poder. Con una escritura ágil y precisa nos zambullimos en este mundo, un país ideal, ahora con Viviana internada, nadando entre objetos que alguna vez tuvo y perdió, reencontrándose con momentos que creía olvidados, mientras Faguas debate qué hacer. ¿Cómo seguirán las eróticas sin presidenta?

Por: Camila Miranda De Marzi

Arte: Van arce