“Que tenga que existir una ley significa que la diferencia sigue estando”.

Mechi Pieretti, es música pero también es compositora. Mujeres como ella siempre hubo pero que permanecieron ocultas, silenciadas, por una sociedad patriarcal. Apoya la ley de cupo porque el cambio tiene que ser en todo el campo de la música.

Participó de muchos movimientos en Los Ángeles que se basan en colaborar solo con compositoras y productoras, y como ella misma expresa: que tenga que existir una ley significa que la diferencia sigue estando.

– La evolución de la música y la producción, cambio en estos últimos años, y estoy muy agradecida y feliz por eso, porque hubo mucha gente para romper esas barreras, vino mucho desde el lado del trap. Yo ahora empecé a trabajar con MUEVA, y aunque te guste o no el género, eso trajo una nueva cultura que acá no existía. Antes viajaba para trabajar, afuera se hacen sesiones de composición, se colabora más y acá no existía esa cultura de juntarse a sesionar y hacer un tema en un día, ahora sí. Esto me llevo, a tener otros planes a futuro, siempre estuve en discográficas y los proyectos que yo tenía siempre se tergiversaban,  espero poder hacer esto sola, no voy a lanzar canciones que no me muevan, mi proyecto es mi escape.

– ¿Cómo definirías la música?

– Es como un estado, lo que me conecta con la música es que me lleva a encontrar diferentes estados o momentos de vibraciones que me reconectan. Me parece que es algo abstracto, y no encuentro forma de definirlo, el sonido está desde siempre. Encontré en la música mi forma de expresión y liberación.

Cuando surgió tu proyecto de hacer covers, ¿qué era lo que te proponías?

– No fue algo que pensé, arranqué de muy chica. Cuando tenía 16 me firmaron de una discográfica y empecé a trabajar, a los 18 me mandaron a Los Ángeles a grabar mis temas, en ese momento, la música era otra cosa y muchos proyectos quedaban estancados. Me ofrecieron subir un cover para Spotify, y tuvo mucha repercusión, no me lo esperaba. Y si bien siempre supe que era esto lo que quería hacer, antes tenía una idealización, hoy en día nos deconstruimos tanto y cambiaron tanto mis ideales que veo el éxito de otra forma: escribo y hago la música que me gusta, es un éxito propio.

¿Cuáles son tus influencias?

– Un montón, pero vengo desde los 15 y ya cumplí 30 este año. Empecé con Queen, Aretha y hoy en día me influencia mucho lo urbano e isleño de Rihanna, ahora estoy trabajando con un productor que grabó uno de sus primeros temas, es de Jamaica. El movimiento trap que surgió acá en Argentina también me influencia, entonces es una mezcla de cosas.  

¿Cómo es tu proceso de composición?

– Cambia mucho, porque también trabajo de compositora para otros artistas, muchas veces me junto y componemos temas en tres horas, y para los míos es depende, a veces salen rápido y otras me demoran mucho más tiempo. Ahora voy a lanzar un tema que se llama “solita” que habla del empoderamiento y la masturbación femenina.

¿Cómo y cuándo te diste cuenta que querías hacer esto?

– Siempre lo supe, no me lo cuestionaba, pero a los 16 cuando firme, pensé que esto podía ser real. Tenía antes una idealización, hoy en día, nos deconstruimos tanto y cambiaron tanto mis ideales que veo al éxito de otra forma, hoy escribo y hago la música que me gusta, es un éxito propio.

¿Qué recomendas tener en Agenda Permanente?

– Debido al resultado de mi aprendizaje con la música, recomiendo conectarse con uno mismo y hacer lo que uno desee. Cualquier proyecto de arte que nazca siempre de lo genuino –con uno mismo y con los demás- siempre va a hacer más poderoso.

Por Florencia C. Barba Lijerón.
Fotos: Giuliana Schultz